GENERACIONES SIN MEMORIA

 

“Sin memoria no existe cultura. Sin memoria no existiría ninguna civilización, ninguna sociedad, ningún futuro”.E.W.

Elie Wiesel (1928/2016) fue un escritor de lengua yiddish y francesa, de nacionalidad estadounidense, nacido en Rumania y sobreviviente de los campos de concentración nazis. Dedicó toda su vida a escribir y hablar sobre los horrores del Holocausto, con la firme intención de evitar que se repita en el mundo una barbarie similar. Fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986.

El 16 de mayo de 1944, la familia Wiesel, como otras tantas familias judías, se embarcó en un tren rumbo al campo de exterminio de Birkenau. Era la primera parada, luego vienen Auschwitz y Buchenwald.

El principio de libre determinación de los pueblos es tan antiguo como el mismo Derecho Internacional Público. Se remonta al siglo XIV, cuando se hacen las primeras referencias acerca de la libertad de la que disponen ciertos grupos de personas para, por sí mismos, elegir su propio gobierno y destino.

El 23 de marzo de 1919, un ex pacifista de la Primera Guerra Mundial y ex miembro del Partido Socialista italiano fundaba en Milán las bases de lo que sería la dictadura más larga de la historia reciente del país europeo. Se trató de los Fasci Italiani di Combattimento, la organización que sería el núcleo del futuro Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini. Al año siguiente, Mussolini asaltaría el poder con la marcha sobre Roma. De esta manera, se marcaría el comienzo del fin del sistema parlamentario, y se iniciaría en Italia el régimen fascista que duraría dos décadas más.

La Marcha sobre Roma, organizada hace 100 años por Benito Mussolini, presentó al fascismo como una de las respuestas a la crisis de las democracias europeas y americanas. Los años convulsos que sucedieron a la Gran Guerra propiciaron nuevas opciones políticas en suelo europeo. La crítica a la democracia, la reivindicación de la fuerza y la sangre, y la promesa de un orden jerárquico estable provocaron críticas y adhesiones, más allá de la península itálica. El fascismo construyó su propio modelo de exportación para el mundo occidental y colonial. Argentina no estuvo al margen de esta experiencia. La importante migración italiana, la construcción de una italianidad que buscaba asociarse al fascismo y las crisis locales alentaron acciones políticas, odios y simpatías en nuestro país. El fascismo no fue solo una cuestión de italianos e italianas en territorio argentino, sino que atravesó las agendas gubernamentales a la hora de discutir los sucesos del mundo y la política nacional.

En “El fascismo eterno” (1995), Umberto Eco subraya que fascismos ha habido muchos. Precisamente Eco destacaba cómo, bajo una fenomenología cambiante, los denominadores comunes del protofascismo han sobrevivido a sus cristalizaciones más brutales —como los regímenes establecidos en Italia, Alemania o España— y siguen fluctuando en los instintos profundos de las sociedades.

"Cerrar las fronteras para proteger a Italia de la islamización", renegociar los tratados europeos para que "Roma recupere el control de su propio destino", y "luchar contra los grupos de presión gay". Son algunas de las "prioridades" de Fratelli d'Italia anunciadas en la campaña electoral con  "Dios, patria y familia" como lema ganador en el 2022.

Si en el siglo XX una crisis daba pie al surgimiento del fascismo, numerosos analistas ven ahora, en la nueva crisis del capitalismo global, el principio de muchos comportamientos fascistas. A medida que la crisis se profundiza, se toman entonces chivos expiatorios y sobre esa base se intentan recomponer estructuras de poder no solo económicas, sino también militares. Muchos apuntan a la polarización social, el futuro incierto, la sostenibilidad y la sobreacumulación. Pero ¿por qué la mayoría de los que votan eligen a líderes nacionalistas, racistas y antisemitas? Las respuestas comienzan a armonizar. La crisis y su manipulación operan sobre los comportamientos de las grandes masas. Es el mismo sistema cambiando de lenguaje y de propuestas.

Quizá no estemos, exactamente, ante el fascismo de hace cien años; posiblemente -según diversas opiniones- esta versión esté mejor disfrazada, lo que sucede -y aquí coinciden los análisis- es que las victimas siguen siendo las mismas. En redes sociales se decía hace algún tiempo que Ana Frank, la niña que murió en 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, continuaba muriendo hoy en muchos sitios.

Obyknovennyy fashizm (El Fascismo Ordinario, 1965) es un extraño y poco conocido documental soviético sobre los orígenes, desarrollo y ¿futuro? del Nacionalsocialismo alemán (así como también ofrece una perspectiva más amplia del fascismo en general). La película documental, dirigida por Mikhail Romm (quien fue discípulo de Eisenstein) cuenta con su propia voz como narrador, la importancia del tema tratado.

Explicar el mal, el horror más absoluto, no ha sido nunca fácil, pero siempre es necesario, pues solo intentando comprenderlo empezaremos, quizás, a evitarlo. Sin duda ese fue también el objetivo de Romm cuando realizó este excelente documental, y es que a cualquier persona con inquietudes o intereses históricos le ha intrigado siempre el ascenso del fascismo o del nazismo.

”EL FASCISMO ORDINARIO, es un impactante recuento histórico que tendría que hacernos reflexionar una y otra vez… y ¡ay de aquel pueblo que, conociendo semejante historia, vuelva a caer en manos de los regímenes totalitarios!.

 

GENERATIONS WITHOUT MEMORY

“Without memory there is no culture. Without memory there would be no civilization, no society, no future.”E.W.

Elie Wiesel (1928/2016) was a Romanian-born American Yiddish-French writer and survivor of Nazi concentration camps. He dedicated his entire life to writing and speaking about the horrors of the Holocaust, with the firm intention of preventing similar barbarism from happening in the world. He was awarded the Nobel Peace Prize in 1986.

On May 16, 1944, the Wiesel family, like so many other Jewish families, boarded a train for the Birkenau extermination camp. It was the first stop, then come Auschwitz and Buchenwald.

The principle of self-determination of peoples is as old as Public International Law itself. It dates back to the fourteenth century, when the first references are made about the freedom that certain groups of people have to, by themselves, choose their own government and destiny.

On March 23, 1919, a former World War I pacifist and former member of the Italian Socialist Party founded in Milan the foundations of what would be the longest dictatorship in the recent history of the European country. It was the Fasci Italiani di Combattimento, the organization that would be the core of Benito Mussolini's future National Fascist Party. The following year, Mussolini would seize power with the March on Rome. In this way, the beginning of the end of the parliamentary system would be marked, and the fascist regime that would last two more decades would begin in Italy.

The March on Rome, organized 100 years ago by Benito Mussolini, presented fascism as one of the answers to the crisis of European and American democracies. The turbulent years that followed the Great War led to new political options on European soil. The criticism of democracy, the vindication of force and blood, and the promise of a stable hierarchical order provoked criticism and support, beyond the Italian peninsula. Fascism built its own export model for the Western and colonial world. Argentina was not exempt from this experience. The important Italian migration, the construction of an Italianity that sought to associate itself with fascism and the local crises encouraged political actions, hatred and sympathy in our country. Fascism was not only a matter of Italian men and women in Argentine territory, but also crossed government agendas when it came to discussing world events and national politics.

In "The eternal fascism" (1995), Umberto Eco emphasizes that there have been many fascisms. Precisely Eco highlighted how, under a changing phenomenology, the common denominators of proto-fascism have survived their most brutal crystallizations —such as the regimes established in Italy, Germany or Spain— and continue to fluctuate in the deep instincts of societies.

"Close the borders to protect Italy from Islamization", renegotiate European treaties so that "Rome regains control of her own destiny", and "fight against gay pressure groups". These are some of the "priorities" of Fratelli d'Italia announced in the electoral campaign with "God, country and family" as the winning slogan in 2022.

If in the 20th century a crisis gave rise to the rise of fascism, many analysts now see, in the new crisis of global capitalism, the beginning of many fascist behaviors. As the crisis deepens, scapegoats are taken and on that basis they try to recompose not only economic power structures, but also military ones. Many point to social polarization, uncertain future, sustainability and over-accumulation. But why do most of those who vote choose nationalist, racist and anti-Semitic leaders? The answers begin to harmonize. The crisis and its manipulation operate on the behavior of the great masses. It is the same system changing language and proposals.

Perhaps we are not exactly facing the fascism of a hundred years ago; Possibly -according to various opinions- this version is better disguised, what happens -and here the analyzes coincide- is that the victims remain the same. In social networks it was said some time ago that Anne Frank, the girl who died in 1945 in the Bergen-Belsen concentration camp, continued to die today in many places.

Obyknovennyy fashizm (Ordinary Fascism, 1965) is a strange and little known Soviet documentary about the origins, development and future? of German National Socialism (as well as offering a broader perspective of fascism in general). The documentary film, directed by Mikhail Romm (who was a disciple of Eisenstein) has his own voice as the narrator, the importance of the subject matter.

Explaining evil, the most absolute horror, has never been easy, but it is always necessary, because only by trying to understand it will we begin, perhaps, to avoid it. Without a doubt, that was also Romm's objective when he made this excellent documentary, and that is that anyone with historical concerns or interests has always been intrigued by the rise of fascism or Nazism.

”ORDINARY FASCISM, is an impressive historical account that should make us reflect again and again... and woe to that people who, knowing such a history, fall back into the hands of totalitarian regimes!