TODO FLUYE,SOMOS Y NO SOMOS

 

Reconozco que la empatía y la solidaridad se fue perdiendo con el paso del tiempo en casi todos los diferentes grupos etarios que componen la sociedad.

Nosotros no escapamos a esta generalidad. Es más,actualmente, podríamos dejar de ser totalmente solidarios, y posiblemente los egoístas de este mundo nos otorgarían un aplauso cerrado y unas loas . De esa forma estaríamos en el bando de los que miran hacia otro lado, para no ver el rostro triste de la miseria y la desigualdad, que de por sí viene creciendo a pasos agigantados.

Seguramente la degradación cultural que sufrimos en estos últimos cincuenta años influencio ese abandono, acompañado de una profunda crisis socio-económica y un remate provocado por la pandemia con la fragmentación laboral, el home office, las cursadas virtuales en institutos terciarios y universitarios o el recorte de las actividades recreativas culturales y sociales, que en cierto modo, transformaron los modos de vincularnos.

Solamente si me remonto a la historia que conozco, puedo decir que mi padre siendo estudiante universitario daba clases de apoyo gratis, a los hijos de inmigrantes españoles que tuvieron que salir de España consecuencia del Gral. Franco y una burguesía que apostaban a liquidar la República y con ella a la clase obrera, desencadenando la Revolución Española.

Por supuesto que el no era el único y tampoco Argentina transitaba el mejor momento económico.

Pero también era uno mas que contribuyo a recolectar fondos para las Brigadas Internacionales que peleaban contra el franquismo, o bien las colectas que se realizaron para la Union Soviética con la esperanza de pode detener a la bestia fascista internacional. En esos años las donaciones que se realizaban eran muy importantes, no tanto por su monto económico sino por el sentimiento que estaba puesto en la ayuda de los oprimidos del mundo.

El interés de la ciudadanía por conocer los eventos que se producían en Europa producto de la Segunda Guerra Mundial y el avance del nazismo en particular, lo motivo a incursionar en el negocio cinematográfico trayendo noticieros y algunos films rusos. El éxito fue inmediato.

Gracias a ese éxito ,la distribuidora duro casi 80 años y aun perdura en el recuerdo de muchos.

Lamentablemente la ilusión de mi padre nunca pudo verse plasmada en la realidad , dado que si bien el nazismo fue vencido en el campo de batalla, en 1945, aun tienen fieles seguidores en muchas partes de este mundo.

Hace apenas tres años el Centro Simon Wiesenthal, en su lucha contra el antisemitismo, desveló una lista de 12 000 nombres de nazis que se instalaron en Argentina y muchos de los cuales habrían alimentado cuentas bancarias en el Schweizerische Kreditanstalt, actual Credit Suisse.

Si hay en la actualidad algo preocupante para los profesores de toda Europa es :El desgaste de la memoria ante el auge de grupos y gobiernos neonazis.

"La enseñanza sobre el Holocausto es primordial para reflejar los acontecimientos actuales. Si el creciente antisemitismo, la retórica racista y la tendencia a marginar a los que se consideran 'diferentes' se contraponen a nuestro conocimiento del pasado, especialmente de la dictadura nazi y del Holocausto, veremos lo que puede suceder. La retórica neonazi y racista tiene consecuencias. Lo hemos visto en el pasado y, aunque en una escala diferente, lo vemos en el presente"explicó Jan Schulte, profesor asociado en la Universidad de Bochum.

Somos solidarios por circunstancias. Cuando ocurre un desastre natural, una guerra, cuando se acercan fechas señaladas, cuando nos sensibiliza una determinada campaña, cuando nos explican un mundo que no está tan lejos, que puede estar al lado, y que sin embargo es tan diferente. Actuamos, respondemos, damos apoyo, ayuda y aportamos nuestro granito de arena porque entendemos que no debe ser así como sigan las cosas. Después, seguimos siendo solidarios por compromiso, porque hemos visto lo que podemos hacer, el poder que tiene cada pequeña acción para darle oportunidades a quienes han nacido sin ellas.

¿Es un simple deseo de recordar la historia? ¿de reconocer nuestro pasado? Solo un idealista , o un escéptico, pueden esperar que las cosas cambien profundamente. O quizás es como lo describía Jose Ingenieros:”Los seres de tu estirpe,cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la humanidad :son idealistas.”

Everything flows, we are and we are not.

I recognize that empathy and solidarity was lost over time in almost all the different age groups that make up society.

We do not escape this generality. What's more, currently, we could stop being totally supportive, and possibly the selfish people of this world would give us a round of applause and praise. In that way we would be on the side of those who look the other way, so as not to see the sad face of misery and inequality, which in itself has been growing by leaps and bounds.

Surely the cultural degradation that we have suffered in the last fifty years has influenced this abandonment, accompanied by a deep socio-economic crisis and an end caused by the pandemic with labor fragmentation, home office, virtual courses in tertiary and university institutes or the cutback of cultural and social recreational activities, which in a certain way, transformed the ways we connect.

Only if I go back to the history that I know, can I say that my father, as a university student, gave free support classes to the children of Spanish immigrants who had to leave Spain as a result of General Franco and a bourgeoisie that was betting on liquidating the Republic. and with it the working class, triggering the Spanish Revolution.

Of course he was not the only one and Argentina was not going through the best economic times either.

But he was also one more who contributed to raising funds for the International Brigades that fought against Francoism, or the collections that were made for the Soviet Union in the hope of stopping the international fascist beast. In those years the donations that were made were very important, not so much because of their financial amount but because of the feeling that was placed in helping the oppressed of the world.

The interest of citizens in knowing the events that were taking place in Europe as a result of the Second World War and the advance of Nazism in particular, motivated him to venture into the film business, bringing newsreels and some Russian films. The success was immediate.

Thanks to that success, the distributor lasted almost 80 years and still remains in the memories of many.

Unfortunately, my father's dream could never be translated into reality, given that although Nazism was defeated on the battlefield in 1945, it still has faithful followers in many parts of this world.

Just three years ago, the Simon Wiesenthal Center, in its fight against anti-Semitism, revealed a list of 12,000 names of Nazis who settled in Argentina and many of whom would have maintained bank accounts at the Schweizerische Kreditanstalt, now Credit Suisse.

If there is currently something worrying for teachers throughout Europe, it is: The erosion of memory due to the rise of neo-Nazi groups and governments.

"Teaching about the Holocaust is essential to reflect current events. If growing anti-Semitism, racist rhetoric, and the tendency to marginalize those considered 'different' conflict with our knowledge of the past, especially the Nazi dictatorship and the Holocaust, we will see what can happen. Neo-Nazi and racist rhetoric has consequences. We have seen it in the past and, although on a different scale, we see it in the present" explained Jan Schulte, associate professor at the University of Bochum.

We are supportive due to circumstances. When a natural disaster occurs, a war, when specific dates approach, when a certain campaign sensitizes us, when they explain to us a world that is not so far away, that can be next door, and yet is so different. We act, we respond, we provide support, help and we do our bit because we understand that this should not be the way things continue. Afterwards, we continue to be supportive out of commitment, because we have seen what we can do, the power that each small action has to give opportunities to those who were born without them.

Is it a simple desire to remember history? to recognize our past? Only an idealist, or a skeptic, can expect things to change profoundly. Or perhaps it is as Jose Ingenieros described it: “The beings of your lineage, whose imagination is filled with ideals and whose sentiment polarizes the entire personality towards them, form a separate race in humanity: they are idealists.”